Han sido tantas las veces que he escuchado que alguien está esperando a que algo sea perfecto para que otra cosa suceda….
Cuando la presentación este perfecta la envío… ¡Pasan las semanas!
Cuando tenga el modelo de negocio perfecto lo lanzo… ¡Pasan los meses!
Cuando tenga la novia perfecta me caso… ¡Pasan los años!
Cuando viva en la ciudad perfecta con el clima perfecto voy a disfrutar… ¡Pasan las décadas!
Y así…
Esperas a la perfección para dar el paso, vivir y experimentar eso que que tanto quieres… Si este artículo te atrajo y lo estas leyendo, probablemente si.
Quiero que mires la imagen, si… la que está acá posteada en el blog y que me digas lo que te imaginas….
Esa posición “perfecta” sincronizada se dio:
Opción 1:
Esperaron aaaaños sentadas planeando cómo se debe hacer la postura para que salga perfecta hasta que sintieron que ya todo estaba cubierto y se lanzaron del trampolin y la hicieron perfecta
Opción 2:
Se juntaron y comenzaron a saltar y a crear ese salto a medida que iban practicando y de tanto que lo hicieron lograron este momento de perfección en el aire mientras disfrutaban hacer lo más les gusta
Opción 3:
¿Que propones tu? ¿Cómo crees que lo lograron…?
Busca ya mismo, en que área de tu vida estas buscando la perfección y eso te tiene bloqueado(a), porque entonces es momento de tomar acción imperfecta para que con la vivencia y la práctica te tomes confianza, disfrutes y a medida que recorres el camino (tomando acción) vayas perfeccionando tu “performance”… ¡Cualquiera que sea!
La búsqueda de la perfección no es más que el perfecto autosabotaje basado en un escondido y profundo miedo a no ser suficiente… Eres suficiente, sólo que quedándote quieto no lo vas a reconocer, quedándote inmóvil y postergando no lo vas a experimentar.
Me considero perfectamente imperfecta y mientras me experimento me doy cuenta de mi capacidad, me cojo confianza, disfruto y cuando avanzo, nace un nuevo deseo, ese que me lleva de nuevo a retarme y sacar lo mejor de mí.
Ahí radica mi perfecta imperfección… Por eso tomo acción imperfecta y perfecta para el momento… Así me llevo a la excelencia, que es el otro lado de la perfección, ¡la versión amorosa de la perfección!
Feliz día.
María del Mar Solano B.
Autora – Happiness Coach