Lo primero que hay que hacer es dejar de asustarse con la palabra, quitarle la carga negativa.
Piensa, en los momentos en los que has estado enfermo o en lo que has visto que alguien lo está. Seguro ni lo quieres recordar porque lo único que ves es el mal-estar. Pero intenta…
Enfermedad = mal-estar…no es así?
Qué pasa si te digo:
Enfermedad = bien-estar
¿Te lo crees?
Mira la siguiente situación:
- Si alguien te dice que está enfermo:
- Dile…mm debes estar con situaciones fuera de lo común en tu vida, retos, desafíos y seguramente es incómodo o parece difícil, pero en el fondo, esa enfermedad puede ser una oportunidad…piensa que es eso que tu cuerpo te quiere decir (¿qué energía le estas entregando al mundo y a esa persona cuando le hablas de esa manera?¿cuál es tu aporte?
- Dile …ay nooo terrible, pobre, lo siento mucho, ojala te recuperes, debes sentirte muy mal, vamos a rezar por ti porque la salud es lo más importante y estar enfermo es lo peor. (¿qué energía le estas entregando al mundo y a esa persona cuando le hablas de esa manera? ¿cuál es tu aporte?
Una enfermedad muestra una des-armonía, el cuerpo presenta una dis-función. Eso quiere decir que hay algo que no está funcionando bien, porque no tomarlo así simplemente? ¿Porque no podemos verlo como un anuncio de que algo no está funcionando bien en nuestras vidas? ¿Qué tan difícil es verlo de esa manera?
Lo difícil es asumir la responsabilidad de que hay algo que no anda bien en nosotros, en nuestra vida y que nuestro cuerpo es portador de una noticia de esas.
Pero si somos francos corremos el riesgo de encontrar información valiosa detrás de una enfermedad, sólo se necesita un poco de humanidad, es decir, aceptar nuestra vulnerabilidad y gracias a eso podernos fortalecer y evolucionar.
Así que decide:
- Te haces el loco y sigues echándole la culpa a los virus, las bacterias y a todo lo que esta fuera de tu alcance y control
- Asumes el control de tu vida y de tu cuerpo y escuchas las noticias que éste trae para tu bien-estar