Pedir ayuda es de VALIENTES

Sino estamos el uno al servicio del otro… ¿Entonces que?

Suena el teléfono… Se oye un grito, enseguida el llanto de un niño.
La tablas de la cama resuenan por los puños en el colchón.
Ella temblaba su aire entrecortado la hacia hiperventilar… Entre la ira y el dolor vino el llanto.

En esos momento oscuros del alma no hay nada que ayude más que ser escuchado, ser contenido, abrazado, que surjan llamadas inesperadas, ofrecimientos, compañía.

Y si te pones a ver no solo en los momentos oscuros del alma sino en la Gloria, quien ha sostenido un trofeo en la mano sabe que la victoria es victoria cuando inspira, cuando impacta positivamente por un propósito que jamás sera individual, es siempre colectivo, date cuenta en un triunfo la celebración la compartes porque tiene sentido más allá de tu ego.

Para atravesar y reponerte de un momento difícil y para celebrar siempre has necesitado de otros.

Para un segundo esta lectura y piensa una ocasión difícil, lo hiciste sola(o), te pudiste reponer sin apoyo, ayuda o colaboración (gratuita o paga)?

Y lo mismo ha sucedido, qué es lo más emocionante del triunfo… Piensa y recuerda un momento de gloria, un ascenso, la llegada de un hijo, un reconocimiento, etc… ¿Qué fue lo que lo hizo tan especial?

Había otros involucrados y el amor-compasión-gratitud que se experimenta en ese momento a través de las relaciones es lo más valioso y es el regocijo que nutre el alma. ¿No es así?

¿Pero cómo a alguien se le ocurrió en algún momento de la vida decir que pedir ayuda es de débiles, y que está mal visto?…. Y se convirtió en un paradigma cultural que el más verraco es el aceptado y glorificado por la sociedad… Entonces pues muchos hemos caido en querer hacer las cosas solos, callados, tragar entero, no mostrarnos vulnerables para no perder el respeto y a admiración de otros.

Y lo único que hemos hecho con ese débil y caprichoso orgullo es llevarnos a tocar fondo hasta el momento en el que o pedimos ayuda o morimos solos en el intento.

Levante la mano el/la que lo ha vivido… ¡¡YOOOOO!!, obviamente, si no no estará hablando de esto.

Y por eso es de valientes pedir ayuda en una sociedad que se ha construido desde una mirada de victima y sobrevivencia en donde los verracos son los que la tienen difícil, sufren y salen adelante… Porque “pobrecita mijita como le toca de duro y mírela como es de verraca saliendo sola adelante”

Valiente es aquel que pide ayuda porque no solamente conoce su vulnerabilidad sino que también conoce su luz, su talento y valor y por lo tanto reconoce el de los demás y sabe que juntos llegamos más lejos
y se vive mejor!!

Una Sonrisa,

María del Mar Solano B.
Autora – Happiness Coach